Pastas y cirios alquímicos: cómo utilizarlos
Las pastas y Cirios Alquímicos poseen una altísima vibración, lo que permite realizar una mayor y mejor conexión con la Divinidad.
Permiten básicamente dos grandes acciones a través de la ritualidad con ellos, por un lado realizar pedidos algo más terrenales que nos desafían en la vida diaria. Por ejemplo la salud, conectando con el arcángel Rafael, medicina de Dios. Con él podemos iluminar nuestros estudios, exámenes, papeleos, el comercio y la relación con los hermanos, vecinos y compañeros de trabajo.
Por otro lado podemos realizar una conexión con este arcángel para un pedido más profundo y espiritual.
De esta forma solicitar la Luz que el creador le otorgó para ayudarnos en nuestras debilidades y pedir mejorar nuestra forma de pensar y comunicarnos. Llegar a un conocimiento superior que ordene e ilumine nuestra vida.
Con el arcángel Miguel, podemos obtener protección y purificación de personas y lugares, para eliminar toda oscuridad y que reine la Luz.
Podemos obtener éxito, brillo en nuestras vidas, ayudas de personas de poder para nosotros, y la relación con nuestro padre o pareja masculina. También mayor vitalidad y salud.
A nivel espiritual, una apertura de nuestro chakra cardiaco y nuestro corazón, que nos permita ser más amorosos con nosotros y nuestras relaciones y mayor nivel de consciencia que nos permita aumentar nuestra sabiduría.
Con el arcángel Gabriel, también podemos realizar purificaciones en nuestro hogar. Mejorar la relación con nuestra madre, todas aquellas cosas relacionadas con lo público, ya sean empleos, trámites o hechos que se vuelven públicos. Estrechamente relacionado con nuestras emociones y nuestra mente inconsciente. Podemos pedir atenuar esas emociones y pensamientos inconscientes que nos compelen a tener actitudes automáticas que pueden afectar nuestro camino y relaciones.
El arcángel Anael, rige tanto temas relacionados con el amor, como con el dinero ganado por nuestro trabajo.
Podemos solicitar se ilumine nuestro camino relacionado con nuestros amores y que aplique su manto de protección sobre la pareja.
Pedidos relacionados con nuestros bienes materiales excluyendo los bienes inmuebles.
A nivel espiritual nos auxilia en poder realizar una conexión más amorosa con nuestro yo y con las demás personas.
El arcángel Zachariel nos brinda su ayuda luminosa en la conexión con el extranjero, el dominio de los idiomas, poder completar los estudios universitarios y exámenes. La buena fortuna y la abundancia en general también pueden ser otorgados por este arcángel. La Ley tanto divina como la terrenal están bajo su égida.
Por lo tanto brinda ayuda en litigios y temas legales que debamos enfrentar.
A nivel espiritual nos ayuda a encontrar nuestros ideales superiores y un desarrollo espiritual profundo.
El arcángel Sanael es el que nos da coraje, energía, dones para luchar en la vida levantándonos cuando caemos. Favorece las actividades en general y los trabajos que requieren de mucha energía y fuerza. Podemos evitar accidentes, apresuramientos, atropellos, la ira y los vicios en general.
A nivel espiritual nos guía con esa energía y fuerza en la Luz para luchar contra nuestra oscuridad y también contra la oscuridad en lugares, permitiéndonos realizar limpiezas energéticas con su ayuda.
El arcángel Orifiel es quien nos ayuda en obtener sabiduría y a madurar. Aquellas cosas por las que nos hemos esforzado por mucho tiempo con responsabilidad, pueden ser otorgadas por este arcángel. Podemos pedir por nuestra seguridad, por nuestras personas mayores y nuestros ancestros que ya no están entre nosotros. Protege los lugares de nuestro último descanso como los cementerios. También corta trabajos de oscuridad que estén ligados a cementerios.
Es el gran maestro espiritual que nos permite ascender a la divinidad si realizamos una gran purificación espiritual a través de su ayuda, nuestra voluntad y accionar.
Esta denominación de los arcángeles es tomada de los escritos realizados por el abad Tritemio (1462-1516), que tuvo como discípulos entre muchos a Paracelso y Cornelio Agrippa